En este blog me gustaría daros a conocer en qué consiste nuestra profesión u oficio, bastante desconocido para la mayoría de las personas o con un sentido equivocado de la misma.
A lo largo de los años, con la experiencia adquirida, sabemos lo que tenemos que hacer y esto es lo que sucede con cualquier buen profesional, del sector que sea, que tenga una larga trayectoria en la que se ha encontrado con problemas y ha sabido buscar la mejor opción para solucionarlos y no sólo solucionar problemas sobrevenidos, sino ir por delante y aportar nuestro conocimiento y técnicas para que todo fluya correctamente, además de en lo concerniente a la estética, en lo relativo a factores, igual de importantes, como plazos y precios.
Sabemos qué es lo que podemos aportar a los clientes que buscan un interiorista y hemos conseguido tener unos recursos que no están al alcance de cualquiera.
Con recursos quiero decir que podemos dar soluciones a los problemas, deseos o sugerencias que se plantee el cliente, conseguir que el resultado final sea el que busca con el añadido de estar bien hecho; ser funcional y sobre todo estéticamente adecuado, proporcionado y en armonía total.
En estos tiempos en que las Redes Sociales son la base de vida de millones de personas, nos encontramos con que nos muestran fotos de lo que les gusta y nosotros, los interioristas, estamos para hacer realidad su deseo. Muchas veces me encuentro con que me enseñan fotos muy bonitas de detalles o rincones, muchas fotos, bonitas, pero inconexas. Así que la labor de los interioristas es hacer que esas imágenes se conviertan en un proyecto global que den un sentido completo al espacio.
Somos los interioristas unos profesionales que en su momento adquirimos conocimiento académico y con los años y el trabajo realizado, nos hemos dotado de la capacidad de poder hacer que un espacio reúna los requisitos que el cliente desea.
Cualquiera de nosotros busca un buen profesional cuando en la vida se encuentra que tiene que resolver algo de lo que no sabe. No todos sabemos de leyes o de fontanería o de deportes sobre hielo, etc. Si queremos solucionar o aprender, buscamos un buen abogado, buen fontanero o deportista, y confiamos en él: lo mismo ocurre con los buenos interioristas. Podemos aportar mucho valor a los espacios y para ello hay que confiar en nosotros y en nuestro saber hacer.